El texto no es mío. Es una columna de La Nación Domingo del 22 de junio de 2008.Está bastante buena pa' que sepan o se den cuanta de lo que hace el Estado con el moviemiento estudiantil. Lean, analizen y comenten.
Hace un par de años seguí las noticias de la revolución pingüina viviendo en el extranjero. No es muy común que un movimiento social, de trascendencia global, surja en Chile.
Las noticias, reportajes y análisis que se expandían por el mundo alimentaban nuevas teorías sociológicas sobre modelos de organización transversales, una juventud movilizada con ideas nuevas, una lección a la democracia dada por jóvenes que habían crecido en esta transición de la dictadura.
Los estudiantes chilenos eran tema en el mundo, mientras en Europa se preguntaban cómo su juventud había llegado a un nivel de apatía e inercia; en Francia se vivían olas de protestas basadas en la rabia, arrasando los suburbios con mucha violencia y anarquía, pero sin muchas propuestas. Y en EEUU los jóvenes normalmente hacen noticia cuando entran con fusiles de asalto a sus aulas llevando más balas que conceptos.
En ese entonces en ningún lugar se hacían sentir las ideas de los estudiantes como en Chile con métodos de organización innovadores, utilizando tecnologías de punta, redes móviles, orquestadas en internet, con información online, que el Estado interpretó más como una organización casi terrorista que como un grupo de niños pidiendo educación.
Recuerdo un reportaje del periódico "The Guardian" donde se preguntaban cómo el Estado chileno podía reprimir y desprestigiar un movimiento así. ¡Es que hay que ser chileno para saber que somos capaces de reprimir cualquier cosa que altere lo establecido! Si desde una maratón hasta una procesión religiosa pueden terminar mal aquí.
La revolución pingüina terminó con todo el país, Gobierno, parlamentarios, profesores, subiéndose al carro de la victoria estudiantil, hubo muchos acuerdos, promesas y todos vencedores. Luego, en una especie de venganza de la sociedad adulta por el cuestionamiento a nuestra inmovilidad , vino un par de años de desprestigiar y farandulizar a esos mismos muchachos, de exhibir sus tribus, de estigmatizarlos como pokemones, emos, peloláis, etc., de reírnos de sus adoleceres.
Ahora, nuevamente, estos jóvenes han vuelto a protestar, están mejor informados y más organizados. Vienen dispuestos a exigir lo que se les había prometido. ¿Qué les damos entonces? Lo mejor que sabemos hacer: represión. Todos hemos visto cómo se les ha desalojado de sus colegios y movilizaciones: con gases y violencia.
Mientras el mundo entero intenta que sus ciudadanos sean más creativos, pensantes, innovadores, con ideas propias, con el espíritu necesario para hacer surgir sus sociedades, en Chile les enviamos el mensaje contrario. Y después nos preguntamos por qué en Chile no hay innovación, por qué nadie se atreve a plantear ideas.
Así, ¿quién puede ? LND
Rodrigo González
2 comentarios:
Te amo!!
*:
(escortitoporquemevoy)
pero nos pasamos mucho la pelicula y no supimos hacerla. El MEstud. es algo virtual que debemos recomponer.un abrazo.
ah, yo no te amo xD
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